Cifras demuestran que población no cumple con pagos para mejora de sus distritos.
El pago de arbitrios es obligatorio para la población, en forma de contribución a la municipalidad por la prestación o mantenimiento de los servicios públicos, pero en la mayoría de distritos de la capital son altos los índices de morosidad por este concepto, especialmente en el cono norte de la ciudad, donde el incumplimiento de este pago alcanza el 73%, reveló el Instituto Peruano de Administración Municipal (IPAM). Marco Tulio Gutiérrez, director de la mencionada institución, señaló que el cobro de estos tributos se ha convertido en un problema para las gestiones municipales, que por más amnistías tributarias que realicen aún no han podido inventar el adecuado procedimiento para el cobro de los mismos. “La gente no paga sus arbitrios, esperan que la municipalidad los llame y les haga recordar que deben pagar o, mejor, esperan una amnistía tributaria para pagar menos impuestos”.
Para el director del IPAM, la mejor solución a este problema es que cada municipalidad cree un Servicio de Administración Tributaria (SAT), pero no lo han hecho a pesar de que estén facultadas para hacerlo. Por eso es mejor que por ley se cree una organización de administración tributaria municipal a nivel nacional, para que con los requisitos adecuados se encargue del cobro de estos impuestos, detalló el especialista.
En el Cercado de Lima (donde existe el SAT) la morosidad es baja; llega al 19% como en otros distritos, entre ellos La Molina, San Isidro y Miraflores.
Los más morosos
Según el IPAM, el distrito de Villa María del Triunfo tiene el 75% de morosidad en el pago de los arbitrios, San Juan de Lurigancho tiene 71% y Carabayllo 70%. Según Gutiérrez, varios distritos tienen este problema de morosidad, sin embargo se continúa brindando los servicios públicos. “Esto revela una mala administración municipal, pues los alcaldes estarían utilizando dinero del fondo de compensación municipal que el gobierno da a las jurisdicciones con mayor índice de pobreza, cuando ese dinero está destinado a obras sociales. Por eso no se ven tantas guarderías para niños, redes de atención para el adulto mayor y otros”, comentó Gutiérrez a LA PRIMERA.
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